Este bloque contiene algunas de las obras del escritor Domingo Latrille, desarrolladas en poesía y prosa. Es parte de su expediente histórico. Algunas han sido seleccionadas en concursos internacionales junto a otros escritores latinos y publicadas en antologías soporte físico y digital.
Obra seleccionada como finalista en el Concurso Internacional de Poesía convocado por Editorial Litéfilos Bogotá Colombia 2023. El resultado de esta selección de escritores latinoamericanos fue la publicación de la Antología Poética La Esperanza donde el escritor chileno Domingo Latrille ocupó un lugar destacado.
¡OFERTA DEL DÍA! Caja con seis lápices de cera.
Inmigrante continental de pie
frente a un escaparate latino
que compraste la cajita pinturera
con las pocas monedas del bolsillo.
Pospusiste tu hambre balsera
para dársela a un niño vulnerado
a quien no le dio ni el mundo entero
y tú, sí, cuando pidió tu amparo.
Sin tener más que ofrecerle
condolido y también de espanto
tragaste tijeras de injusticia
al brindar tu cajita, avergonzado.
Eran para crear tus afiches
de petitorio BUSCO TRABAJO.
El niño preguntó qué hacer con ellos
y tú le enseñaste a nobles trazos
con cada color emblemas
sobre un cartón malherido y reciclado.
«¡Mira el rojo en que cae la tarde
desde el azul gobernante del cielo
sobre el blanco salitre y sus valores
tiznando la noche de miedo!»
«El verde es la pura esperanza
de verte florecer y a tus desiertos
¡rayando amarillo sustentable
un sol que ilumine tus sueños!»
Obra poética perteneciente al escritor chileno Domingo Latrille.
Participó en el Concurso de Poesía y Cuento Vida y Obra de
Mahatma Gandhi 1992, convocado por el Centro de Ex Alumnos
del Liceo Bernardo Ohiggins de Iquique, para el aniversario del
establecimiento educacional.
El artista iquiqueño obtuvo el segundo lugar con su obra literaria
EPITAFIO.
EPITAFIO
¡Mahatma, se ha enlutado el sol!
La madreperla cerró sus puertas
al no ver de tu nimbo el fulgor.
Los vedas se han vuelto silentes
silabar más no quieren el OM,
el mantra que fuera tu himno
lo traga en silencio tu voz.
Fuiste el romero tranquilo
un as bajo el puño de Dios,
argos oleado en el Ganges
vestido de sano algodón.
Bendito de orar como un ¡Hare!
te cubre la calma el honor,
sube al hasta tu bandera
dama blanca sin color
suben golondrinas y te llevan
como iza el sándalo la infusión.
La patria te ha envuelto emblema
de mortaja, no hay oración
y te llora la lluvia amarga
con tu sangre en el arrebol.
¡Hare Krishna! ¡Hare Rama!
¡Hare Gandhi! ¡Hare! ¡Hare!